De acuerdo a información proporcionada por Montevideo Portal, la investigación por el ataque contra la Fiscal de Corte, Mónica Ferrero, ocurrido el pasado domingo en Jacinto Vera, apunta directamente a Sebastián Marset como quien dio la orden. Según las pesquisas, el operativo fue ejecutado por integrantes de la organización criminal encabezada por Luis Fernando Fernández Albín.
El atentado se produjo cuando dos delincuentes ingresaron al patio de la casa de la fiscal, dispararon varias veces contra la vivienda y dejaron una granada en el suelo. Tras el ataque, escaparon en una camioneta blanca que luego apareció incendiada en las inmediaciones del Cementerio Central.
Desde ese día, la Policía detuvo a seis personas, aunque una mujer fue liberada rápidamente al no encontrarse pruebas en su contra. Entre las primeras detenciones estuvo la de dos hombres en el barrio Marconi, que circulaban en un Volkswagen Bora negro. El vehículo había sido visto en repetidas ocasiones cerca de la residencia de Ferrero, realizando presuntas tareas de vigilancia.
Las investigaciones permitieron establecer que los responsables del ataque integraban la banda de Fernández Albín, señalado como socio operativo de Marset. Albín ya estaba bajo la lupa de la Fiscalía de Estupefacientes, encabezada por Ferrero en varias causas, y había sido vinculado al cargamento de más de cinco toneladas de droga incautadas en 2023, con destino a Europa.
En las últimas horas, dos de los autores materiales del atentado fueron detenidos: uno de ellos será imputado este viernes y el otro afrontará la audiencia de formalización el sábado.
La Policía y la Fiscalía cuentan con comunicaciones que acreditan que la orden salió de Marset, a quien se ubica en territorio boliviano. Sin embargo, aún no se pudo confirmar hasta qué punto Fernández Albín participó en el plan.
En paralelo, fuentes regionales señalan que Marset habría iniciado una fase más violenta dentro de su estructura criminal. En Paraguay, las autoridades investigan el asesinato del militar Guillermo Moral Centurión, quien había frustrado el ingreso de un celular a la cárcel para José Alberto Insfrán Galeano, alias “Tío Rico”, un aliado de Marset.