El reciente cruce de declaraciones entre Valeria Ripoll, dirigente del Partido Nacional, y Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, ha generado un intenso debate en la política uruguaya. Las tensiones se intensificaron cuando Pereira, al defender a la ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, acusada de evasión fiscal, mencionó a Ripoll como ejemplo de “deudora irrecuperable”. Este comentario provocó una respuesta contundente de Ripoll, quien expresó: “Antes de nombrarme se lava la boca con hipoclorito”.
Contexto del Conflicto
La controversia surgió en medio de críticas a la ministra Cecilia Cairo por presunta evasión fiscal. Pereira defendió a Cairo, argumentando que su situación es comparable a la de muchos uruguayos y cuestionó lo que consideró un trato desigual hacia los miembros del Frente Amplio. En este contexto, mencionó a Ripoll, recordando que durante la campaña electoral fue catalogada como deudora grado 5 por el Banco Central.
Ripoll respondió en redes sociales, afirmando que tiene préstamos que está pagando mediante descuentos en su sueldo, no evade impuestos y nunca ha ocupado cargos gubernamentales remunerados. Criticó que se utilicen “varas diferentes” para medir al oficialismo y a la oposición.
Antecedentes de la Relación entre Ripoll y Pereira
Este no es el primer enfrentamiento entre ambos dirigentes. En marzo de 2025, Pereira criticó a Ripoll por sus declaraciones sobre el trato diferencial en la Universidad de la República, afirmando que “la gente se vuelve mala también” . Ripoll, por su parte, ha cuestionado la independencia del PIT-CNT, señalando una connivencia con el Frente Amplio que, según ella, ha llevado a la desmovilización de los trabajadores.
Reacciones en Redes Sociales
La discusión también se trasladó a las redes sociales. En una publicación en X (anteriormente Twitter), Ripoll criticó a Pereira por su interés en temas municipales, recordando que su partido eliminó servicios como el barrido y la poda en Montevideo.
Implicaciones Políticas
Este intercambio refleja las tensiones existentes entre el oficialismo y la oposición en Uruguay. Las acusaciones cruzadas y los cuestionamientos sobre la ética y la gestión pública evidencian un clima político polarizado. Además, el uso de redes sociales como plataforma para expresar estas diferencias resalta la importancia de la comunicación digital en la política contemporánea.