Argentinos vuelven a copar Punta del Este: reservas récord anticipan una temporada histórica

El dólar estable, un tipo de cambio más favorable y la recomposición parcial de los ingresos en Argentina impulsan un movimiento turístico inusualmente temprano. El segmento premium ya roza la ocupación total para fin de año y enero.

Punta del Este vive un anticipo inusual de verano. A varios meses del inicio formal de la temporada 2026, inmobiliarias, operadores turísticos y autoridades coinciden en un diagnóstico que no se escuchaba desde antes de la pandemia: el balneario se perfila para una de sus mejores temporadas, gracias a un ritmo de reservas que sorprende por su precocidad y volumen. Y, nuevamente, el público argentino es quien marca la tendencia.

La mejora en el tipo de cambio entre Uruguay y Argentina, sumada a un dólar más estable, modificó la ecuación que en los últimos años había resultado desfavorable para los veraneantes. El destino recuperó competitividad y, con ello, regresó también el interés de quienes evalúan cruzar el Río de la Plata. A esto se suma una recuperación parcial de los ingresos medidos en dólares en Argentina, un factor que, según análisis del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), influye de forma directa en el movimiento turístico hacia Uruguay.

Ese escenario se refleja en un comportamiento de reservas más temprano, sostenido y heterogéneo, que abarca desde estadías familiares de larga duración hasta escapadas breves. Las inmobiliarias aseguran que este año recuerda a los veranos previos a 2020, cuando la demanda argentina marcaba el ritmo de la temporada.

El impulso se siente con especial fuerza en el segmento premium. Propiedades de alto nivel en La Barra, José Ignacio y Playa Brava —casas amplias, con piscina, vista al mar y servicios completos— están prácticamente reservadas para las fiestas y para enero. En este segmento, los valores superan los USD 25.000 por quincena. Los departamentos en zonas centrales se ubican entre USD 150 y USD 600 por noche, según cercanía a la playa y calidad del inmueble.

Aunque aún hay disponibilidad en áreas menos tradicionales o más alejadas del eje costero, los operadores prevén que la ocupación plena llegará con el avance de la primavera. Algunas inmobiliarias apuntan, incluso, que este año volvió la consulta de familias que habían dejado de vacacionar en Uruguay durante las temporadas atravesadas por la brecha cambiaria más alta.

El optimismo también alcanza a la Cámara Uruguaya de Turismo. Su presidente, Fernando Tapia, destacó que tanto el tipo de cambio real como los salarios medidos en dólares en Argentina mejoraron desde fines del año pasado, dos indicadores con impacto directo en el arribo de visitantes. Argentina, que históricamente representa el 65 % del turismo uruguayo, muestra señales claras de recuperación.

El panorama se completa con una reactivación del mercado brasileño, que logró estabilizar su flujo hacia Uruguay durante el segundo y tercer trimestre tras un inicio de año más volátil.

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