La iniciativa apunta al esclarecimiento del destino de los desaparecidos y propone un régimen de prisión domiciliaria para mayores de 75 años condenados por hechos previos a 1985.
El senador del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, presentó este lunes un proyecto de ley de reconciliación, verdad y nunca más, con el objetivo de “cerrar en forma institucional las heridas aún abiertas” que dejó la dictadura cívico-militar (1973-1985), y avanzar hacia una etapa de unidad nacional, verdad documentada y trato humanitario.
La propuesta plantea, entre sus ejes centrales, la creación de un régimen humanitario de prisión domiciliaria para personas mayores de 75 años condenadas por delitos cometidos antes del 1 de marzo de 1985. El acceso a este beneficio sería a solicitud del interesado y con autorización judicial, teniendo en cuenta la edad y la conducta durante la reclusión, sin modificar las penas ni las sentencias firmes.
El proyecto también prevé la conformación de una Comisión Nacional por la Reconciliación y el Nunca Más, que funcionará en la órbita de Presidencia de la República. Estará integrada por cinco miembros designados por el Poder Ejecutivo, con pluralidad política e idoneidad profesional, y tendrá como cometido la búsqueda de testimonios, documentos y antecedentes vinculados al período, amparados por el secreto profesional.
Asimismo, se propone la creación de una sección denominada “Archivo Nacional de la Verdad” dentro del Archivo General de la Nación. Este organismo tendrá la tarea de ordenar, conservar y digitalizar la documentación correspondiente al período comprendido entre 1973 y 1985, y sus resoluciones técnicas serán de cumplimiento obligatorio para la administración pública en materia archivística.
En la exposición de motivos, Bordaberry sostiene que la iniciativa apunta a resolver con equilibrio dos asuntos que persisten a cuatro décadas del retorno democrático: “el esclarecimiento definitivo del destino de las personas desaparecidas y una respuesta humanitaria para personas mayores de 75 años condenadas por hechos anteriores a 1985, sin afectar la vigencia de las condenas ni los derechos de las víctimas”.
El legislador subraya además que el proyecto se concibe como “un instrumento de unidad, no de división”, y aclara que “no reabre debates, no revisa juicios, no enfrenta a los uruguayos”, sino que busca completar una tarea pendiente “con serenidad republicana”.
“El proyecto reafirma que Uruguay, luego de cuatro décadas de democracia sólida, está en condiciones de completar el camino hacia una verdadera reconciliación nacional, basada en: verdad sin revanchas, memoria sin odio, justicia sin deshumanización, y un compromiso común de ‘Nunca Más’ violencia ni enfrentamientos entre orientales”, señala el texto.
La iniciativa se inspira en la tradición republicana y en la visión de distintos expresidentes (Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle, Jorge Batlle, Tabaré Vázquez, José Mujica y Luis Lacalle Pou), quienes, según el proponente, coincidieron en que la reconciliación constituye una condición indispensable para la convivencia democrática del país.
