Escándalo por transferencia ilegal de datos de IA china DeepSeek desata crisis internacional**

Corea del Sur alerta sobre transferencia no autorizada de datos por parte de la IA china DeepSeek

En un nuevo episodio que pone en evidencia las tensiones alrededor del uso ético de la inteligencia artificial, las autoridades de Corea del Sur denunciaron que DeepSeek, un sistema de IA desarrollado en China, transfirió datos sensibles a una empresa con sede en Beijing sin el consentimiento de los usuarios afectados. La noticia refuerza las preocupaciones sobre la protección de la información personal y la regulación de las nuevas tecnologías en el escenario global.

Un incidente que reaviva los temores sobre la privacidad

El informe publicado este miércoles por la Agencia de Seguridad de Internet de Corea del Sur (KISA, por sus siglas en inglés) señaló que DeepSeek habría compartido grandes volúmenes de datos recopilados durante interacciones en línea a una corporación tecnológica afiliada al régimen chino. Aunque no se especificaron detalles sobre la cantidad de información transferida, las autoridades surcoreanas calificaron el incidente como “grave” y aseguraron que tomarán medidas legales pertinentes.

DeepSeek es una de las plataformas de IA más avanzadas de China y ha sido promocionada como competencia directa de soluciones estadounidenses como ChatGPT o Claude. Según trascendidos, la aplicación habría recolectado datos de usuarios fuera del territorio chino, especialmente en países asiáticos como Corea del Sur, Japón y Vietnam, contraviniendo regulaciones locales sobre privacidad y protección de datos.

La respuesta oficial y el impacto regional

Funcionarios surcoreanos anunciaron que iniciarán una investigación exhaustiva para determinar el alcance del traspaso de información y evaluar posibles sanciones contra las empresas implicadas. Además, el gobierno reforzará sus protocolos de seguridad para evitar que este tipo de incidentes vuelva a repetirse.

La noticia generó inquietud entre varios países de la región. Japón, Taiwán y Australia expresaron su preocupación por la posibilidad de que sus ciudadanos también hayan sido afectados. En respuesta, diversos gobiernos pidieron a sus organismos regulatorios redoblar los controles sobre tecnologías de inteligencia artificial que operan en sus territorios.

Mientras tanto, expertos en ciberseguridad sostienen que estos episodios exponen las dificultades para monitorear algoritmos poderosos y opacos como DeepSeek. “La transferencia internacional de datos sin consentimiento viola principios básicos de soberanía digital y protección de la privacidad. Es crucial que se establezcan marcos regulatorios internacionales más estrictos”, sostuvo la analista en ciberseguridad Hana Kim.

Contexto internacional: la IA, el nuevo campo de batalla

El incidente ocurre en un momento de crecientes tensiones internacionales en torno al desarrollo y despliegue de sistemas de inteligencia artificial. Estados Unidos y la Unión Europea, por ejemplo, han impulsado nuevas normativas como la Ley de Inteligencia Artificial para asegurar que las tecnologías sean utilizadas de manera ética y transparente.

China, por su parte, ha impulsado de manera agresiva su sector tecnológico, colocando a la inteligencia artificial como una de sus prioridades estratégicas. Si bien el país ha promulgado algunas regulaciones internas sobre el manejo de datos, analistas internacionales señalan que persisten brechas significativas, especialmente en relación con compañías vinculadas directa o indirectamente al Estado.

Organismos como las Naciones Unidas advierten que la falta de acuerdos internacionales claros sobre el uso y gestión de IA podría derivar en un escenario de desconfianza y fragmentación digital a nivel global. En este contexto, episodios como el de DeepSeek no hacen más que profundizar las divisiones geopolíticas existentes en torno al control de la información.

Conclusión

El caso de DeepSeek marca un hito en la disputa mundial por el control de la inteligencia artificial y su impacto en la privacidad de los ciudadanos. Corea del Sur ha encendido las alarmas no solo a nivel regional, sino también mundial, subrayando la necesidad urgente de normas internacionales robustas que garanticen el respeto por los datos personales en la era digital. Mientras tanto, los gobiernos deberán reforzar sus defensas y repensar sus estrategias para proteger a sus ciudadanos frente a tecnologías cada vez más poderosas y difíciles de regular.

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