La madrugada de este domingo 30 de marzo, Salto fue escenario de un nuevo episodio de violencia vial que pone en jaque la seguridad de quienes trabajan por el orden en nuestras calles. Un conductor, desafiando toda autoridad, intentó arrollar a inspectores de tránsito que realizaban un control rutinario cerca del campo de aviación, a unos 5 kilómetros al sur de la ciudad.
Cuando los funcionarios le indicaron que se detuviera, el individuo, lejos de acatar la orden, aceleró su Peugeot, destruyó los conos de señalización y dirigió su vehículo directamente hacia uno de los inspectores, poniendo en riesgo su vida y la de sus compañeros.
La rápida coordinación entre los inspectores y la Policía permitió que, tras una intensa persecución, el conductor fuera interceptado y detenido en las inmediaciones del campo de aviación. Actualmente, se encuentra a disposición de la Fiscalía de Salto, enfrentando cargos por atentado y daños.
Este incidente no es un caso aislado en Salto. En diciembre de 2023, una inspectora de tránsito fue atropellada por un motociclista de 26 años que intentó evadir un control; el conductor, que manejaba bajo los efectos del alcohol, fue detenido y su examen de alcoholemia resultó positivo. Asimismo, en febrero de 2024, otro conductor intentó embestir a inspectores y policías durante un operativo de control en la zona portuaria, siendo posteriormente detenido y condenado a seis meses de prisión.
Estos hechos evidencian una preocupante tendencia de agresiones hacia los funcionarios encargados de velar por la seguridad vial. Es imperativo que como sociedad reflexionemos sobre el respeto a las normas y a quienes las hacen cumplir, para evitar que nuestras calles se conviertan en escenarios de violencia y descontrol.
Nota: Las imágenes que acompañan este artículo corresponden a incidentes previos similares ocurridos en Salto, ilustrando la gravedad de la situación que enfrentan los inspectores de tránsito en el desempeño de su labor.
