Nilson Garay atraviesa uno de los momentos más duros de su vida. Su hijo, un adolescente que se encontraba bajo custodia del INAU en un centro ubicado en Estación Floresta, Canelones, falleció el sábado 19 de julio en la madrugada. Sin embargo, según información publicada por Subrayado de acuerdo a la denuncia el padre, recién fue notificado de la muerte más de 24 horas después y todavía no ha podido despedirse del cuerpo ni obtener explicaciones claras sobre lo ocurrido.
Garay asegura que fue recién el domingo a las 16 horas cuando recibió un mensaje por WhatsApp, en el que se le pedía que se contactara con una persona del Instituto. Al hacerlo, relata que le comunicaron el fallecimiento de su hijo con absoluta frialdad. Al preguntar dónde se encontraba el cuerpo, la respuesta fue que se comunicarían nuevamente, algo que no sucedió de inmediato.
La situación es aún más dolorosa para este padre, que lleva años intentando recuperar la tutela del menor. Según relató, el adolescente fue derivado al sistema de protección del INAU cuando tenía apenas 11 o 12 años, tras retirársele la tenencia a la madre por motivos de vulnerabilidad. Garay explicó que en su momento apeló a la Justicia para quedarse con su hijo, pero su solicitud fue rechazada por no contar con una habitación exclusiva para el menor.
A pesar del tiempo transcurrido desde la tragedia, Nilson no ha podido acceder al informe médico oficial que detalle las causas del fallecimiento, y tampoco le permitieron ver el cuerpo, expresó el martes 22 en declaraciones al informativo Subrayado.
INAU dispuso que el sepelio se realice en Atlántida, pero Garay desea trasladar los restos a Melo, su ciudad natal. El problema es que no tiene los recursos: el traslado ronda los 100.000 pesos, una suma inalcanzable para él en este momento.
Garay reclama explicaciones urgentes y un trato más humano por parte de las autoridades. Mientras tanto, atraviesa su dolor con la impotencia de no haber podido despedirse de su hijo como corresponde.
