La Intendencia de Montevideo cerró el año 2024 con un rojo fiscal sin precedentes: más de 3.640 millones de pesos de déficit, equivalente a unos 82 millones de dólares, una cifra que representa ocho veces más que el déficit registrado en 2023.
De acuerdo a información publicada por El Observador, el documento oficial, enviado a la Junta Departamental, expone una situación crítica que marca un antes y un después en la salud financiera del gobierno departamental.
El informe no solo confirma el fuerte deterioro de las cuentas públicas bajo la gestión de Mauricio Zunino, quien asumió en marzo como Intendente interino, sino que también revela un déficit acumulado alarmante que ya ronda los 22.000 millones de pesos —casi 500 millones de dólares al tipo de cambio de cierre del año pasado—.
Cuentas en rojo y gasto desbordado
En total, durante 2024 la comuna gastó $34.751 millones mientras recaudó $32.391 millones. El mayor gasto correspondió a retribuciones personales ($16.022 millones), seguido por funcionamiento ($12.624 millones) e inversiones ($5.401 millones). Incluso el presupuesto de la Junta Departamental ascendió a $703 millones.
Los rubros que más demandaron recursos fueron:
- Desarrollo Ambiental: $7.800 millones
- Movilidad: $4.800 millones
- Desarrollo Urbano: $3.600 millones
- Secretaría General: $2.900 millones
- Cultura: $2.700 millones
- Desarrollo Social: $2.400 millones
Argumentos oficiales en medio de la tormenta
A pesar de lo contundente de los números, la Intendencia defendió su desempeño en la exposición de motivos que acompaña la rendición de cuentas, aludiendo a “significativas adversidades económicas” durante el año.
Según el texto, la caída de ingresos fue producto de la reducción de transferencias del gobierno central y la eliminación de la Tasa de Inflamables, lo que, aseguran, complicó el panorama financiero. No obstante, destacan que se logró mantener proyectos como Montevideo se adelanta, Montevideo más verde, Áreas Liberadas y el Plan ABC.
La comuna también subraya su supuesto enfoque en la “sostenibilidad e inclusión social” y afirma haber priorizado a las poblaciones más vulnerables. “Esta intendencia ha mostrado su compromiso con la población”, asegura el texto, en un intento por justificar lo que ya se perfila como uno de los déficits más impactantes de la última década.
¿Finanzas al borde del colapso?
Los números en rojo que arrastra la administración de Carolina Cosse desde 2020 (cuando asumió) son ahora superados con creces. Para muestra:
- 2020: $1.300 millones de déficit
- 2021: $351 millones de déficit
- 2022: $82 millones de superávit
- 2023: $439 millones de déficit
- 2024: $3.640 millones de déficit.
La magnitud del deterioro financiero ha despertado preocupación tanto dentro como fuera del ámbito político. Si bien la comuna destaca su “eficiencia administrativa”, los datos duros hablan por sí solos: la capital del país enfrenta una crisis presupuestal sin precedentes, y el desafío por delante será monumental.