El reconocido conductor de televisión pasó por la Escuela Superior de Comunicación Social y dejó varias perlas
Entre luces, cámaras y una buena dosis de sinceridad, Fito Galli pasó por la Escuela Superior de Comunicación Social (U. T. U. ) y dejó varias perlitas para el recuerdo.
Invitado junto a Peke Sander a participar en un programa de televisión producido íntegramente por estudiantes del último año de la Tecnicatura terciaria en Comunicación, con especialización en Televisión, el conductor se animó a jugar, reírse de sí mismo y también, a responder sin filtro.
Una de las secciones más comentadas fue la dinámica de preguntas rápidas al estilo “Sí o No”, conducida por la carismática comunicadora Sofía Fernández, quien supo ponerle el toque justo de picardía. Con dos paletas en mano, una por sí y otra por no, Galli enfrentó una serie de preguntas diseñadas por la producción del ciclo, algunas más provocadoras que otras.
Y ahí llegó el momento clave: ¿Serías candidato a Diputado por Montevideo? Fito no esquivó la pregunta, pero su respuesta fue tajante: “No”. Explicó que no se siente completamente representado por ningún partido político en particular, lo que, según él, hace difícil embarcarse en un proyecto electoral con convicción total. La sinceridad, como siempre, al frente.
Emociones compartidas
Otra pregunta que generó sonrisas fue: ¿Sería garante de Petru Valensky? Esta vez, sin dudarlo, levantó la paleta del “Sí” y su rostro se iluminó al hablar de su amigo. Recordó con cariño los años compartidos sobre el escenario y la complicidad construida en numerosas obras de teatro que fueron éxito de taquilla.
Petru Valensky junto a Fito Galli – Imagen extraída de Google
La visita de Galli fue mucho más que una entrevista. Fue una clase magistral de espontaneidad, empatía y cercanía. Entre la conducción y producción de actuales y futuros/as comunicadores/as, y una energía contagiosa, el conductor dejó en claro que, aunque una postulación política no lo seduce (por completo), su compromiso con el arte, la comunicación y la formación de nuevas generaciones sigue intacto.
¿Diputado? No. ¿Ídolo de los estudiantes? Claramente, sí.
