Aunque los datos del Ministerio del Interior muestran una baja en los delitos denunciados, vecinos/as del barrio Cordón aseguran vivir una realidad muy distinta: robos, vandalismo y presencia constante de personas en situación de calle configuran un escenario que, según relatan, se volvió cotidiano y preocupante.
De acuerdo con testimonios recogidos por el medio de comunicación colega, Montevideo Portal, los episodios de hurtos, roturas de autos y tentativas de rapiña se repiten con frecuencia en distintas zonas del barrio.
Juan Andrés, que vive en Chaná y Acevedo Díaz desde hace más de 15 años, recuerda una noche de 2024 en la que encontró su vehículo con las tuercas flojas y un tronco colocado debajo. “Intentan aflojarlas, se van, y después vuelven con otro auto para cargar las ruedas”, contó al medio.
Su vecina Valeria tuvo una experiencia similar. En menos de cuatro años sufrió tres ataques a su auto, hasta que finalmente se lo robaron por completo. Casos como estos impulsaron a un grupo de residentes a enviar, en noviembre del año pasado, una carta al Ministerio del Interior reclamando la instalación de cámaras de videovigilancia en la zona de Chaná, Cassinoni y Acevedo Díaz.
En esa misiva, firmada por unas 40 personas, los/as vecinos/as denunciaron una serie de delitos que van desde hurtos y rapiñas hasta violaciones de domicilio y venta de drogas.
Según datos del Banco de Seguros del Estado (BSE), Cordón concentra el 4,4% de los hurtos parciales de vehículos asegurados por esa institución, ubicándose en el sexto lugar a nivel departamental.
“Nunca me robaron tanto como acá”
Daniela*, que se mudó al barrio hace tres años, asegura que la inseguridad se volvió parte de su rutina. En 2024 entraron a su casa, le cortaron una manguera del auto y le robaron las ruedas dos veces. “He vivido en otros barrios, pero nunca me robaron tanto como en Cordón”, afirmó. Aunque instaló tuercas antirrobo y guarda el auto en un estacionamiento, en un service detectaron nuevos intentos de hurto.
Fuentes policiales consultadas por Montevideo Portal confirmaron que, en las últimas semanas, la mayoría de las denuncias en el barrio correspondieron a daños en viviendas, vidrios rotos y grafitis. En cuanto a los robos de ruedas, las autoridades sostienen que varios fueron cometidos por una banda organizada, cuyos miembros ya fueron detenidos.
Sin embargo, los propios informes del Ministerio identifican otro factor que complica la convivencia: el aumento de personas en situación de calle.
“No puedo dormir del ruido ni del olor”
Para muchos/as residentes, el deterioro del entorno también influye en la sensación de inseguridad. En Chaná y Bulevar Artigas, colchones, carros y desechos se acumulan junto a los contenedores.
Juana*, vecina desde hace más de una década, dice que antes podía caminar sola a cualquier hora, pero que hoy evita hacerlo: “El olor a orina es constante, y muchas veces hay gente que duerme o consume al lado de los contenedores”.
Ana Laura*, que vive en un edificio frente a esa esquina, describe una situación que la desvela: “Escucho todo desde mi cuarto: peleas, relaciones sexuales, discusiones. A veces tengo que limpiar lo que dejan, incluso excremento en las paredes”.
Ambas mujeres aseguran haber hecho reiterados reclamos a la Policía, el MIDES y la Intendencia, pero denuncian que las instituciones “se pasan la responsabilidad entre sí”.
¿Delitos en baja o denuncias en baja?
Mientras los/as vecinos/as reclaman respuestas concretas, el Ministerio del Interior insiste en que los delitos vienen descendiendo. Sin embargo, entre la población en general, crece la idea de que el descenso puede deberse, más que a una mejora en la seguridad, a una disminución de las denuncias.
Hay mucha gente que ya no denuncia porque siente que no pasa nada. Entre la inevitable pérdida de sus pertenencias y las horas que pierden realizando la denuncia, la situación se torna frustrante.
Lo cierto, es que el ideal en cada caso es poder realizar la denuncia pertinente, para que quede un registro de lo sucedido, y, quizás, recuperar lo perdido.
*Los nombres marcados con asterisco fueron modificados para preservar la identidad de las personas entrevistadas, según el Código de Ética Periodística.
Fuentes: testimonios de vecinos/as recogidos por Montevideo Portal, y datos del Ministerio del Interior y del Banco de Seguros del Estado.