Un joven sin antecedentes penales ha sido formalizado y puesto bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica por 120 días, tras ser acusado de múltiples delitos relacionados con las recientes amenazas de bomba que han sembrado el pánico en instituciones educativas y centros comerciales del país.
Este individuo es la tercera persona detenida en el marco de una investigación que ya ha llevado a la condena de un guardia de seguridad y a la formalización de una empleada del Montevideo Shopping por hechos similares.
Las amenazas no se detienen. La Universidad de la República recibió un correo electrónico aterrador, en el que un supuesto miembro del grupo de extrema derecha “764” anunciaba su intención de cometer una masacre en una de sus facultades, transmitiéndola en vivo por TikTok. Este grupo, fundado en Texas en 2021, está vinculado a actividades violentas y explotación infantil, según informes del FBI.
La Policía Nacional, en alerta plena, continúa investigando y no descarta la participación de más personas o grupos organizados en estos actos que buscan desestabilizar la paz pública. El ministro del Interior, Carlos Negro, ha asegurado que “esto no termina acá”, indicando que las investigaciones siguen su curso para identificar y detener a todos los involucrados.
Es imperativo que las autoridades refuercen las medidas de seguridad y que la sociedad se mantenga vigilante ante esta ola de amenazas que atenta contra la tranquilidad y los derechos fundamentales de los ciudadanos uruguayos.
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