Argentina renovará este domingo la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El resultado marcará si Javier Milei logra consolidar poder legislativo o enfrenta un Congreso más hostil.
Las elecciones legislativas que se celebrarán este domingo en Argentina representarán el primer test político de magnitud para el Presidente Javier Milei. Los comicios de medio término definirán el equilibrio de fuerzas en el Congreso y servirán para medir el respaldo ciudadano al modelo libertario a casi un año de haber asumido el poder.
En juego están 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 escaños del Senado, lo que convierte a la elección en un punto de inflexión para la gobernabilidad.
Hasta ahora, La Libertad Avanza tiene presencia limitada en el Parlamento, donde depende de acuerdos con otras fuerzas para aprobar proyectos y evitar bloqueos legislativos.
El oficialismo aspira a alcanzar al menos un tercio de los escaños, cifra que le permitiría sostener eventuales vetos presidenciales y negociar desde una posición más sólida. Si no logra ese objetivo, la oposición,nencabezada por Fuerza Patria, heredera del Peronismo, podría reforzar su capacidad de negociación y limitar el margen de maniobra del Ejecutivo.
En Diputados, el oficialismo arriesga solo el 22% de sus bancas, pero sus socios del PRO enfrentan un escenario más complejo, con casi el 60% de sus escaños en disputa. Por su parte, el Peronismo, que sigue siendo el bloque más numeroso, renovará cerca de la mitad de sus Legisladores/as.
En el Senado, Milei no pone en juego ninguna banca propia, aunque los nuevos escaños que obtenga no serían suficientes para controlar el tercio que necesita para blindar los vetos. En cambio, el Peronismo es el espacio que más arriesga en esa Cámara.
Las elecciones se desarrollarán en las 23 provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y aunque el conteo se realiza por distrito, la mirada política se centrará en la diferencia nacional entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria, las dos principales fuerzas en disputa.
¿Qué sucedió con Gobiernos anteriores en esta etapa?
Históricamente, los oficialismos argentinos salen debilitados de las elecciones de medio término. De las últimas siete presidencias, solo en una, la de Mauricio Macri en 2017, el gobierno obtuvo más votos que en las elecciones previas. Desde el retorno de la democracia en 1983, el promedio de bancas ganadas por los oficialismos en Diputados es de 50, con un máximo de 64 para el Peronismo en 1994 y un mínimo de 35 para la UCR en 2001.
El desempeño territorial también será observado de cerca. Hasta ahora, La Libertad Avanza solo ganó en dos elecciones provinciales: en la Ciudad de Buenos Aires y en Chaco, donde se presentó en alianza con la UCR local. En la provincia de Buenos Aires, el distrito más grande del país, la victoria reciente de Fuerza Patria por casi 14 puntos sobre Milei golpeó al oficialismo y tensionó el escenario político a semanas de los comicios.
La participación de la población
Otro punto de atención será la participación ciudadana. Aunque el voto es obligatorio, la concurrencia ha venido cayendo en las últimas elecciones legislativas. En esta ocasión, además, se utilizará por primera vez la Boleta Única de Papel, que reúne todas las opciones en una sola hoja por categoría, un cambio que promete agilizar el proceso pero también genera dudas en su aplicación práctica.
El domingo, más allá de los números, Milei enfrentará su primer examen político real: comprobar si el impulso que lo llevó a la Presidencia sigue vigente o si el desgaste de la gestión comienza a pasarle factura.
