La operación “Incaicos” permitió identificar a trabajadores peruanos y argentinos en condiciones irregulares. Un captador está detenido y dos indagados quedaron con medidas de restricción mientras avanza la investigación fiscal.
Una investigación de la Policía de Paysandú derivó en la desarticulación de una red de trata de personas con fines de explotación laboral que operaba con trabajadores migrantes indocumentados. El caso comenzó a raíz de una denuncia anónima que alertó sobre presuntas irregularidades laborales en un establecimiento rural del departamento.
En el marco de la operación “Incaicos”, se realizaron procedimientos tanto en un predio rural como en una zona cercana a donde funcionaba la planta de la exempresa láctea Pili. Allí fueron encontradas más de 50 personas: 14 ciudadanos peruanos y 38 argentinos, entre ellos una mujer y un adolescente.
La Fiscalía de Paysandú, a cargo de Joaquín Suárez, tomó declaración a víctimas e indagados. Este miércoles se realizó la audiencia en modalidad de cámara Gesell para 11 trabajadores peruanos, considerados víctimas de la trama de explotación.
Dos personas vinculadas a la dirección de la empresa bajo investigación quedaron con medidas cautelares de cierre de fronteras y prohibición de salida del país, con el objetivo de asegurar su comparecencia durante el proceso. Además, un captador de trabajadores permanece detenido y este jueves será formalizado, instancia en la que se definirá su situación judicial.
En el operativo participaron la Jefatura de Policía de Paysandú, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Interpol Uruguay y la Unidad de Víctimas de la Fiscalía, en una actuación conjunta orientada a frenar la explotación laboral de personas migrantes.
