Un nuevo episodio de violencia armada sacudió este lunes el corazón de Nueva York. Un hombre de 27 años, identificado como S. D. T. ingresó fuertemente armado a un edificio de oficinas en Midtown Manhattan y abrió fuego, dejando un saldo de cuatro personas muertas, entre ellas un agente de policía, y una quinta víctima en estado crítico. Luego, se quitó la vida.
El alcalde Eric Adams confirmó en conferencia de prensa que el atacante disparó contra “cinco personas inocentes”, de las cuales cuatro fallecieron en el lugar: dos hombres y dos mujeres. Entre los fallecidos se encuentra un miembro del Departamento de Policía de la ciudad.
El tiroteo comenzó pasadas las 18:20 (hora local), cuando el atacante estacionó un vehículo oscuro frente al rascacielos y accedió al edificio con un arma larga, según detalló la comisionada de Policía, Jessica Tisch. Primero atacó al agente de policía, luego a una mujer y a un guardia de seguridad en el lobby. Posteriormente subió hasta el piso 33, donde continuó disparando hasta finalmente quitarse la vida de un disparo en el pecho.
En el coche del atacante, que había viajado desde Las Vegas hasta Nueva York el mismo día del hecho, se encontró munición, cargadores, una mochila y medicamentos que, según las autoridades, le habían sido recetados.
El hombre que ocasionó la tragedia tenía antecedentes de salud mental documentados, aunque los motivos del ataque siguen bajo investigación.
Además de los cinco heridos directos, otras cuatro personas fueron asistidas por lesiones sufridas mientras intentaban escapar del edificio. En ese inmueble funcionan reconocidas oficinas corporativas como la consultora KPMG, la firma de inversiones Blackstone y la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
El hecho se inscribe en un año particularmente violento en Estados Unidos: de acuerdo a información proporcionada por Montevideo Portal y según el Gun Violence Archive, este fue el tiroteo masivo número 254 en lo que va de 2025, bajo la definición de cuatro o más víctimas entre muertos y heridos, sin contar al agresor.
