Trascendió Alejandra, “Locomotora” Oliveras: el boxeo argentino pierde a una de sus grandes

Alejandra “Locomotora” Oliveras falleció este lunes a los 47 años en Santa Fe, luego de permanecer internada en estado crítico durante dos semanas. Había sufrido un accidente cerebrovascular el 14 de julio y desde entonces permanecía en terapia intensiva, con pronóstico reservado.

El deceso fue confirmado por autoridades del Hospital José María Cullen, donde la exboxeadora había sido ingresada.

En las últimas horas su situación se agravó, y finalmente perdió la vida como consecuencia de un shock y un tromboembolismo pulmonar masivo.

Su muerte genera una profunda conmoción en el deporte argentino y especialmente en el mundo del boxeo, donde supo hacerse un nombre a fuerza de garra, carisma y títulos.

Una historia de lucha

Nacida en Jujuy y radicada hace años en Santa Fe, Oliveras no solo se destacó arriba del ring. Su historia de vida, marcada por la pobreza, la maternidad adolescente y la violencia de género, convirtió su carrera deportiva en una verdadera hazaña.

Fue campeona mundial en seis oportunidades y en distintas categorías, un logro inédito que la llevó a ser reconocida a nivel internacional y a ingresar al Libro Guinness de los Récords. Terminó su carrera profesional con un récord de 33 victorias, 3 derrotas y 2 empates.

Pero más allá de los cinturones, “La Locomotora” se ganó el respeto del público por su forma de ser: frontal, auténtica y comprometida.

Compromiso social y legado

En los últimos años, había volcado su energía a lo social. Fundó su propio gimnasio, “Team Locomotora”, donde entrenaba de forma gratuita a niños/as y adolescentes. También organizaba colectas y ayudaba a vecinos en situación de vulnerabilidad.

Su figura trascendió el boxeo. En 2021 incursionó en política y llegó a formar parte del Ministerio de Seguridad de Argentina. Su voz fuerte y directa la mantuvo siempre cerca de la gente.

Dolor en el ambiente deportivo

La noticia de su fallecimiento generó una ola de mensajes de despedida. Desde deportistas hasta periodistas, conductores/as de televisión, entrenadores/as y público en general, todos/as coincidieron en destacar su entrega, su energía inagotable y su rol como referente.

La última pelea

Hasta el final, Oliveras peleó como lo hizo toda su vida: con coraje. La enfermedad fue su último rival, y aunque esta vez no logró vencerla, su legado queda firme en cada persona a la que motivó con su historia.

Se va una campeona, pero su nombre quedará escrito en las páginas más importantes del deporte rioplatense.

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