El actor, humorista y conductor falleció tras sufrir un accidente cerebrovascular que lo mantuvo varios días internado en terapia intensiva.
Gaspar Valverde, figura popular de la pantalla chica uruguaya, falleció este lunes a los 50 años luego de atravesar un grave accidente cerebrovascular que lo dejó internado en cuidados intensivos. La noticia fue confirmada por allegados.
Con más de tres décadas dedicadas a la televisión, el teatro y los nuevos formatos digitales, Valverde construyó una trayectoria amplia y diversa. Su formación comenzó en la escuela del Teatro Circular. Debutó en piezas infantiles y luego dio el salto a la televisión, donde con el tiempo participó en ciclos de gran llegada al público, como Maxi Animados, Bienes Gananciales, De Igual a Igual, Yo y Tres Más y Polémica en el Bar, entre otros.
Trabajó junto a figuras emblemáticas como Cacho de la Cruz, Omar Gutiérrez, Jorge Piñeyrúa y Alberto Sonsol, consolidándose como un rostro reconocido y querido por distintas generaciones. En los últimos años se había volcado también al streaming, integrando el equipo de Fipo TV. A la par, continuaba vinculado al teatro y realizó algunas incursiones en cine.
Valverde tuvo dos hijas, Luana y Alina, fruto de su amor con la comunicadora Karina Vignola.
En los últimos años enfrentó distintos episodios de salud, y el pasado 28 de octubre sufrió un nuevo quebranto durante la grabación de su programa Imperfectos, donde se desvaneció en pleno rodaje. La producción debió suspender la jornada y él fue trasladado de inmediato a un centro de salud, donde permaneció internado hasta hoy.
Confusión y llamado a la responsabilidad: medios difundieron su muerte de manera errónea
Horas antes del fallecimiento, distintos medios y cuentas en redes sociales publicaron erróneamente que Valverde había muerto, cuando aún seguía con vida. La difusión de esa información no confirmada generó angustia en su entorno.
Fue su amigo y productor, Claudio Sánchez, quien pidió expresamente que no se compartiera la noticia falsa y solicitó prudencia, subrayando que la familia atravesaba un momento extremadamente delicado.
Al día siguiente, y ya con el aval de los/as allegados/as, fue el propio Sánchez quien comunicó oficialmente que Valverde había fallecido.
El episodio reabrió el debate sobre la responsabilidad periodística y la necesidad de corroborar la información antes de publicarla, especialmente en situaciones sensibles. Detrás de cada persona hay una familia, y la desinformación en momentos críticos agrava el dolor.
