El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desatado una tormenta comercial al imponer un arancel base del 10% a las importaciones provenientes de todos sus socios comerciales, incluyendo a Uruguay. Esta medida, anunciada el 2 de abril de 2025 durante el denominado “Día de la Liberación”, entrará en vigor el 5 de abril.
Para Uruguay, esta decisión implica un encarecimiento inmediato de sus exportaciones hacia el mercado estadounidense, afectando principalmente a sectores clave como la carne bovina, la celulosa y los productos de madera. En 2024, Estados Unidos se posicionó como el cuarto destino de las exportaciones uruguayas, con ventas que alcanzaron los USD 1.192 millones, representando un aumento interanual del 37%.
La Unión de Exportadores del Uruguay ha expresado su preocupación, señalando que el arancel promedio que el país enfrentaba previamente era del 6%. Por lo tanto, este incremento al 10% representa un golpe significativo para la competitividad de los productos nacionales en el mercado estadounidense.
El gobierno uruguayo, encabezado por el presidente Yamandú Orsi, busca entablar negociaciones con la administración Trump para revisar esta medida y mitigar sus efectos adversos en la economía nacional. Orsi ha enfatizado la importancia de una diplomacia activa y cuidadosa en este complejo escenario internacional.
Mientras tanto, analistas económicos advierten sobre las posibles repercusiones en el empleo y la inversión en sectores exportadores clave. La incertidumbre generada por estas políticas proteccionistas podría desacelerar el crecimiento económico y aumentar la volatilidad en los mercados financieros.
En este contexto, es esencial que Uruguay explore nuevas alianzas comerciales y diversifique sus mercados de exportación para reducir la dependencia de economías que adoptan medidas unilaterales y proteccionistas.