El malestar surgió luego de que el ministro Carlos Negro declarara “reservada” la información solicitada por legisladores sobre los cambios en los pasaportes uruguayos. Una posterior aclaración del Ministerio atribuyó la decisión a un “error” interno.
El debate en la Cámara de Diputados se encendió este martes tras un episodio que involucró al Ministerio del Interior y los recientes cambios aplicados en los pasaportes uruguayos.
El diputado nacionalista Juan Martín Rodríguez, junto a Silvana Pérez Bonavita (Cabildo Abierto) y Sebastián Sanguinetti (Partido Colorado), habían presentado el pasado 9 de julio un pedido de informes al Ministerio del Interior y a la Cancillería para conocer detalles sobre las modificaciones implementadas en los documentos.
El cambio, que incorporaba el lugar de nacimiento, generó controversia cuando algunos países europeos, como Alemania y Francia, negaron el ingreso a personas con el nuevo pasaporte.
Cuatro meses después, el ministro Carlos Negro firmó un acta calificando la información solicitada como “reservada”, lo que provocó el rechazo de varios legisladores. Rodríguez cuestionó la medida y sostuvo que “nada de lo respondido amerita que sea declarado como reservado”.
Ante la falta de respuestas, el parlamentario nacionalista reunió los votos necesarios para plantear una cuestión de fueros durante la sesión de este martes. Sin embargo, en plena discusión, el presidente de la Cámara, Sebastián Valdomir, leyó un documento remitido por el Ministerio del Interior que introdujo un giro inesperado en la polémica.
“A través del presente, quiero aclarar que, por error de la secretaría administrativa del ministro y por una mala lectura de algunos protocolos internos, fueron respondidos algunos pedidos de informes con el rótulo de reservado, información que no correspondía catalogar con esa categoría”, decía la carta firmada por Leonardo Machado, adscripto del ministro Negro.
El Ministerio anunció que en las próximas horas se enviará una nueva comunicación, firmada por el propio ministro o por otra autoridad de la cartera, para formalizar la rectificación.
Tras el conflicto, y luego de las dificultades registradas en el exterior, el gobierno resolvió revertir las modificaciones e imprimir nuevamente los pasaportes sin el cambio que originó la controversia.
